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Lengua Castellana y Comunicación Segundo Medio 2007

Género Dramático

Género dramático

Comprende las obras destinadas a la representación teatral. Se caracterizan por el diálogo y la acción. El término drama viene del griego drao, que significa "yo ejecuto, represento".

Según la definición griega clásica, drama es la forma de presentación de acciones a través de su representación por actores y por medio del diálogo. El tono de la obra dramática puede ser tanto trágico como cómico.

Básicamente, esta definición coincide con el concepto actual de teatro, aunque existe una confusa tendencia a considerar dramático únicamente a todo lo que incluya elementos trágicos, especialmente cuando se da el llamado "final trágico". Por ello, una tendencia generalizada apuesta a identificar, por un lado, al drama como género literario (el texto) y, por otro, al teatro como el fenómeno de puesta en escena del propio texto dramático; pues, según esta posición, el texto dramático no es teatro hasta que se lleva a escena para ser visto por el público.

 

Clases de obras dramáticas:

 

1          Obras extensas

- Tragedia. Obra en la que se representan acciones extraordinarias que producen en el espectador asombro, terror o compasión. Su desenlace siempre es desgraciado.
Ejemplo: "Hamlet", de William Shakespeare.
- Comedia. Refleja la vida humana desde un punto de vista alegre. Produce risa en los espectadores. Siempre acaba bien.
Ejemplo: "La dama boba", de Lope de Vega.
- Drama. Es una mezcla de comedia y tragedia. El desenlace puede ser feliz o desgraciado.
Ejemplo: "La vida es sueño", de Calderón de la Barca.

 

2          Obras breves.

- Entremés. Obra corta que se representaba en los descansos de una obra larga. Al final del entremés, a veces, se explicaba algo de la obra principal que empezaba a continuación.
Ejemplo: "El retablo de las maravillas", de Miguel de Cervantes.
- Sainete. Obra sencilla y graciosa que presenta costumbres de personajes populares.
Ejemplo: "La venganza de la Petra", de Carlos Arniches.

 

3          Obras musicales

- Ópera. Una obra de larga duración y totalmente cantada. Puede ser trágica, cómica o dramática.
Ejemplo: "La Traviata", de Giuseppe Verdi.
- Zarzuela. Es una obra musical típicamente española. Tiene escenas cantadas y escenas dialogadas. Los ambientes y los personajes suelen ser populares.
Ejemplo: "La rosa del azafrán", de Jacinto Guerrero.

 

Más información

La magia del teatro

Subgéneros dramáticos menores: Auto sacramental, entremés, paso, sainete, ópera, etc.

 

Género narrativo

Agrupa a todas las obras literarias en las que hay un narrador que, a través de un discurso oral o escrito, generalmente en prosa, relata una historia destinada a oyentes (como en la epopeya griega o los cantares de gesta medievales) o a lectores (como en la novela moderna)

 

El género narrativo es una expresión literaria que se caracteriza porque se relatan historias imaginarias o ficticias (sucesos o acontecimientos) que constituyen una historia ajena a los sentimientos del autor. Aunque sea imaginaria, la historia literaria toma sus modelos del mundo real. Esta relación entre imaginación y experiencia, entre fantasía y vida es lo que le da un valor especial a la lectura en la formación espiritual de la persona. El narrador es la persona que presenta la narración; él es el encargado de dar a conocer el mundo imaginario al lector, el cual está formado

 

En todo texto narrativo (cuentos, novelas, mitos, etc) se estudian los motivos que impulsan las acciones realizadas por los personajes en un ambiente determinado. Esto es lo que se conoce como el nivel de la historia. Los personajes cumplen diferentes funciones en una obra: Pueden ser: actantes si llevan a cabo las acciones del relato; objetos cuando la acción recae en ellos; también se les denomina ayudantes cuando contribuyen al logro de una acción y oponentes cuando entorpecen la buena marcha de las acciones. Los personajes no solo se estudian por el papel que cumplen en la obra literaria. También se analizan por sus cualidades físicas y sociológicas: es decir, como son por fuera y por dentro. Esto nos permite inferir si el personaje evoluciona a lo largo de la historia; es decir si sufren cambios.

 

Los personajes siempre llevan a efecto las acciones en un determinado ambiente. En este sentido, es necesario diferenciar el espacio físico (rincón, calle, llano) de la atmósfera (paz, sosiego, odio, amor, soledad) Solo así podemos condenar o justificar la conducta de los personajes.

 

Los personajes a medida que cumplen las acciones trazadas, pueden magnificarse o empequeñerse pasando a otro plano narrativo.

El Narrador puede estar dentro o fuera de la historia que cuenta. También puede ocupar una posición intermedia. A esta visión o punto de vista del narrador se le denomina perspectiva. -Narrador en primera persona: el narrador participa en la historia que cuenta; es decir, es un personaje. Este puede ser protagonista, si es el personaje principal, o testigo si cuenta lo que le ocurre a otros. -Narrador en tercera persona: El narrador no participa en la historia que cuenta; esta fuera de la historia. Generalmente, este tipo de narrador es omnisciente; es decir, sabe todo lo que hacen, piensan y sienten los personajes. En la narración se observan diferentes planos. Puede narrarse la historia en orden cronológico; es decir, en tiempo lineal. Unos hechos suceden a los otros tal como se observa en la realidad. Pero también se puede jugar con los tiempos verbales, narrar el pasado o anticipar el futuro. De esta forma se pueden alternar o encadenar historias. El narrador al dejar la historia en manos de un personaje, permite que este recuerde acciones pasadas y las relacione con el presente
formado.

Las historias narradas


Ya vimos que el elemento distintivo del género narrativo es la presencia de un narrador como emisor. Este se encarga de relatar la historia, presentar a los personajes y explicar las circunstancias en que se desarrollan los hechos.

El narrador puede usar tres técnicas para comunicar: centrarse en la descripción de los personajes, el paisaje, los objetos, etc.; relatar los hechos dándole un ritmo a la historia; o bien, dejar que los personajes hablen mediante un diálogo, que se expresen directamente.

Por otra parte, la narración puede tener uno o varios puntos de vista durante su desarrollo. Él o los narradores pueden estar en:

- Primera persona: participa de los hechos, los verbos están en primera persona. El narrador suele ser el protagonista, aunque también puede tratarse de un personaje secundario o de un mero testigo que sin participar en la acción, sabe lo ocurrido. Generalmente este tipo de obras tiene la forma de diario de vida, novela autobiográfica o epistolar (mediante cartas). Por ejemplo: "Vine a Comala porque me dijeron que aquí vivía mi padre, un tal Pedro Páramo. Mi madre me lo dijo. Y yo le prometí que vendría a verlo cuando ella muriera." (Pedro Páramo, del mexicano Juan Rulfo).

- Segunda persona: es poco frecuente. En este caso el narrador se dirige a otros o a sí mismo. Ejemplo: "Duermes, sin soñar, hasta que el chorro de luz te despierte, a las seis de la mañana, porque ese techo de vidrios no posee cortinas. Te cubres los ojos con la almohada y tratas de volver a dormir..." (Aura, del mexicano Carlos Fuentes).

- Tercera persona: narra algo de lo que no forma parte, es decir relata lo que le sucede a otros. Se identifica por los verbos en tercera persona. Ejemplo: "Menudeando el paso y saltando sobre los obstáculos que hallaba en su camino, la Nela se dirigió a su casa que está detrás de los talleres de maquinaria..." (Marianela, del español Benito Pérez Galdós).

También se clasifica al narrador de acuerdo al grado de conocimiento que tiene respecto a lo que sucede en el relato:

- Omnisciente: lo sabe todo, hasta los pensamientos y sentimientos de los personajes. "Giró y comenzó a nadar hacia la playa, a chapotear más bien con desesperación, y de pronto rogaba a Dios que lo salvara..." (Día Domingo, del peruano Mario Vargas Llosa).

- Con conocimiento limitado: puede saber bastante o muy poco, dominar solo los hechos y no la interioridad, estar limitado por su edad o estado mental. "Cerraba los ojos y caminaba ciego hasta una puerta. La abría y al abrirla abría también los ojos. El juego era adivinar si el enfermo era hombre o mujer y si era quebrado o no." (Papelucho en la clínica, de la chilena Marcela Paz)

 

Los principales elementos que intervienen en la creación de una obra narrativa son:

1. Lugar: es el entorno donde sucede la historia. Puede ser una ciudad, una habitación o la cabeza de un personaje. Y puede ocurrir en más de una parte a la vez, como en Historia de dos ciudades, de Charles Dickens.

2. Tiempo: por un lado está el tiempo en el que se cuenta la novela, cuánto dura la historia: unas horas, un día, varios meses o años. También está el tiempo referido a la época, al momento histórico en el que ocurren los hechos, en el futuro, el siglo pasado, durante la Revolución Francesa, etcétera. La forma en que se cuenta la historia puede ser: lineal o cronológica, es decir, de principio a fin, en el orden natural de los hechos; tener un comienzo in media res, o sea, la narración se inicia en un punto intermedio, por lo que el relato debe retroceder para recuperar el inicio; comienzo in extrema res, en que el relato se inicia con el fin y después retrocede para conocer su desarrollo. Los retrocesos temporales se denominan flash back, cuando son breves y se expresan como recuerdos, o racconto, cuando son más extensos y recogen una serie de situaciones pasadas, que incluso pueden prolongarse por varios capítulos del relato.

3. Ambiente: es el conjunto de circunstancias o condiciones sociales, culturales, políticas, entre otras, que rodean a los personajes de una narración. Puede haber varios ambientes: campo y ciudad, pobreza y riqueza, etcétera.

4. Argumento o asunto: consiste en la serie de hechos principales que constituyen el resumen de la historia relatada. Por ejemplo, en Cien años de soledad, del colombiano Gabriel García Márquez, el tema es la soledad; es la historia de las generaciones de la familia Buendía a lo largo de cien años.

5. Los Personajes: Son todos aquellos que ejecutan la acción en el relato. Pueden ser personas, o animales, objetos o seres imaginarios a los que se les atribuyen características humanas. Entre los personajes se distinguen: el protagonista, que es el personaje principal de un relato, el que lleva la acción central del mismo; el antagonista, que es el personaje que se opone al protagonista;  y los secundarios, que son todos los demás personajes que intervienen en la narración. Existen los personajes planos o simples, que se caracterizan por ser arquetipos; es decir, que siempre encarnan las mismas características sin importar el relato del que se trate. En el caso de los cuentos infantiles, estos siempre están en pugna, asociados al mal y el bien. Los príncipes, princesas y hadas son la personificación de la bondad y la belleza, mientras que las brujas, madrastras y ogros son feos y malvados. También hay arquetipos que representan a distintos sectores sociales y formas de ser. En los chistes, el jefe siempre es un tipo adinerado, abusivo y flojo; el curadito es e tipo de clase media-baja irresponsable, pero simpático; la suegra es insoportable y temida, etcétera. Algunos ejemplos de protagonistas y antagonistas planos son: David y Goliat, Superman y Lex Luthor, Tom y Jerry. También están los personajes en relieve, que son más complejos. Tienen aspectos negativos y positivos, y pueden cambiar. Son más parecidos a las personas reales.